Me encanta escucharte hablar, que elegancia hacerte sentir mal. 
Solo quiero que quisieras hoy demostrarte lo que soy.
Y poco a poco gano mi odio. No quisiste algo más y me quede hasta el final.
Y
me creí tan especial, que ingenua, mi torpeza.
Y
me sentí tan esencial , que ingenua, mi vergüenza.Me olvidaste, por mi parte, que mediocre.

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